Mi lista de blogs

lunes, 18 de marzo de 2013

Un fin de semana en Kilkenny

Con motivo de la celebración ayer del día de San Patricio, hoy nos vestimos de verde, blanco y naranja para visitar la Isla Esmeralda: país en el que estudié entre 2006 y 2007, y al que he tenido la suerte de volver en varias ocasiones desde entonces.

Estatua alegórica de Irlanda. Detrás podéis ver la tricolor irlandesa: verde representando a los católicos, naranja a los protestantes y el blanco, la paz entre ellos (cada vez más práctica que teórica). 

Seguramente muchos conocéis Dublín, Cork o incluso Galway -ya les dedicaré sus merecidas entradas más adelante-, pero hoy vamos a recorrer otra ciudad bastante turística, pero algo más desconocida para los visitantes casuales de fin de semana: Kilkenny.

Toponimia
No sé si alguna vez os habéis dado cuenta, pero muchas localidades irlandesas empiezan por Kil- (Kildare, Killarney, Kilkee o Kilrush, por citar algunas), que es la transliteración del gaélico irlandés cill, una palabra casi en desuso que significa iglesia. Obviamente, Kilkenny, no es una excepción y se llama así por la iglesia de San Cánico (también llamado Canice, Kenneth o Kenny), un santo norirlandés del siglo VI que predicó el cristianismo en Irlanda a los gaélicos y en Escocia a los pictos (los que se pintaban la cara -de ahí el nombre- para luchar contra los romanos... muy a lo Braveheart).

Busto de San Cánico en el centro de Kilkenny

Un poco de historia...
Poco después de la muerte de San Cánico, se creó una iglesia en su nombre, que cien años más tarde ya era un importante centro monástico conocido en toda Hibernia. Alrededor empezó a crecer su ciudad, resistió los ataques del asentamiento vikingo en Waterford y floreció como una de las capitales del antiguo reino de Osraige. Una nueva edad de oro (aunque atacada por la Peste Negra) llegaría a la ciudad con las invasiones normandas, que dieron a la ciudad su forma actual dividida en dos barrios principales: Irishtown (la de los habitantes locales) y Hightown (la de los gobernantes invasores).  

Razones para ir
Kilkenny es una ciudad bastante pequeña (no llega a los 10.000 habitantes), viendo las cosas por encima podemos dar la visita por concluida en unas pocas horas. Sin embargo yo recomiendo tomárselo con calma y hacer noche en ésta ciudad medieval. Seguramente os ofrecerán mucha más información que yo en la antigua iglesia reconvertida en oficina de turismo en pleno centro de la ciudad.

Lo más famoso es su increíble castillo normando. La entrada a los enoooormes (y me quedo corto) jardines es gratuita, pero visitar el interior os costará unos 6€. Un poco doloroso para el bolsillo, pero es recomendable.


La catedral de San Cánico (hoy en día anglicana) es, también, visita obligada. Es de estilo gótico y fue construida en el siglo XIII. Además, cuenta con una de las enigmáticas torres circulares irlandesas. Si lo que siempre has querido en esta vida es subirte a una de ellas, ¡ésta es tu oportunidad! Aparentemente es una de las dos únicas torres de este tipo (de acuerdo con el panfleto turístico que todavía conservo de la visita) que se pueden visitar hasta la cumbre. Desde arriba (y por un módico precio), podrás disfrutar de una vista única de la catedral y de toda la ciudad. ¡Ojo, cuida'o! Si tienes vértigo, yo que tú, evitaba la visita. Las escaleras (como podéis ver en la foto de abajo) son muy empinadas.




De un templo cristiano a uno más mundano: el pub Kyteler's Inn, abierto de manera continuada desde 1324. Aquí  nació en 1280 Alice Kyteler en una familia aristócrata normanda. Amasó una gran fortuna gracias a sus 4 casamientos, y su pensión era de sobra conocida. Sin embargo, en 1324, su pub fue confiscado y ella acusada de brujería (por el supuesto envenenamiento de sus maridos). Alice pudo escapar a Inglaterra, pero una de sus criadas pagaría los platos rotos y acabó en la hoguera en uno de los primeros casos de brujería de Europa y el primero de Irlanda.



Seguimos con la cerveza. Aquí también está la fábrica de las famosas cervezas tostadas Smithwick's y Kilkenny's. Hoy en día la fábrica es visitable e incluye -a parte del tour- una cata de sus cervezas. Resulta curioso que la fábrica está junto al centro de la ciudad y dentro de sus instalaciones hay una iglesia en ruinas.



Además de todo esto no os perdáis:

 The Thonsel (una especie de edificio administrativo medieval) -hoy, el ayuntamiento

 Las múltiples ruinas medievales que se reparten por la ciudad y alrededores (priorato de Kells, la Abadía de Jerpoint...)





La casa renacentista de la familia Rothe (por dentro y fuera)



En junio es imprescindible no perderse el Cat Laughs Festival, el festival de cómicos en el que han participado algunos grandes como Billy Connolly. Si vais en plan mochilero, tanto el Kilkenny Tourist Hostel como The Metropole están muy bien y tienen muy buen ambiente. Pero si lo que queréis es una escapada romántica... el antiguo castillo de la familia Butler (Butler House) es una opción a tener en cuenta. Eso sí -durmáis donde durmáis (y si lo hacéis), no dejéis de tomar un estofado irlandés bien regado con cerveza local. 

Sláinte daoibh!

2 comentarios:

  1. Sláinte! A ver cuándo brindamos en persona con una buena Guinness... ¡Un besín!

    ResponderEliminar
  2. Eso está hecho en cuanto vuelvas por España :)

    ResponderEliminar